Comenzamos con una pregunta simple

¿Por qué la educación financiera parecía tan complicada cuando debería ser práctica? En 2018, después de ver a demasiadas familias madrileñas luchando con presupuestos que no funcionaban, decidimos cambiar el enfoque.

No queríamos crear otro curso teórico más. Buscábamos algo diferente: enseñar finanzas personales como se aprende a cocinar, con recetas que realmente funcionan en la cocina de casa. Empezamos con talleres de fin de semana en cafeterías del barrio.

Lo que descubrimos nos sorprendió. La gente no necesitaba fórmulas complejas, sino herramientas simples que encajaran en su vida diaria. Así nació nuestro método de presupuestos a corto plazo, diseñado específicamente para el ritmo de vida español.